Antonio Bonfatti acompañado por el Presidente del Fondo Kuwaiti |
Esta buena noticia para Santa Fe como Estado institucionalmente ejemplar en el pago de sus compromisos (desde que Reutemann tomara el mismo crédito kuwaití en el año 1994 y que terminara de pagar la actual gestión en Diciembre último), y como Provincia con una muy buena ecuación financiera para la toma de créditos internacionales, choca frontalmente con la irresoluta violencia que asuela Rosario y Santa Fe y promete irradiarse hacia otros grandes centros urbanos.
La paz vecinal perturbada hace tiempo por “la delincuencia” (definida culturalmente si fuera una enfermedad microbiana imposible de combatir) llevó a que pacíficos ciudadanos mutaran en turba enfurecida para llegar al extremo en Rosario de ajusticiar a un joven presuntamente ladrón de 18 años causándole la muerte luego de una paliza “ejemplar”. En esta capital, sin las luctuosas consecuencia de Rosario, pasó algo parecido. De seguir así el “efecto contagio” no tardará en expandirse, y las crónicas comenzarán a acostumbrarse a estos hechos de “justicia colectiva por mano propia”.