|
Cristina Fernández de Kirchner |
Una mujer que fue legisladora del oficialismo entre 1989 y 1999, asegura a los gritos que “
ella no formó parte de ese pasado endeudador”. La aplauden. Una mujer que pide que cuiden los logros del Gobierno, le sugiere a la militancia que cuiden el impuesto a las ganancias, porque “
quizás les sacan el impuesto, pero tampoco llegarían a pagarlo”. La aplauden. Una mujer que nos presentaron como la mejor oradora del consejo de analfabestias al que llamamos Congreso, afirma “
no me siento rana y además sé nadar”. Nadie entiende, pero la aplauden, por las dudas.
Está claro que la retirada es como la del tipo resentido al que no le quieren renovar el alquiler del departamento: se lleva hasta las cañerías y baldea el parquet para que el que venga se quiera matar.